Durante esta etapa, los pequeños están ganando más control de su cuerpo. Puede que sean capaces de bajar las escaleras caminando sin apoyo, liderando con un pie (si no tienen escaleras en casa esto puede tomar más tiempo). Pueden saltar más alto con los dos pies y gracias a una conciencia perceptiva aumentada, también muestran más control al manipular objetos frágiles de forma más cuidadosa o interactuando con la mascota de la familia con más delicadeza.
En cuanto a la motricidad fina también tienen más control y empiezan a garabatear con más detalle. También pueden empezar a garabatear con la intención de comunicar algo, lo cual es un salto cognitivo inmenso, puesto que requiere planear, recordar y ejecutar un objetivo.
Otros desarrollos cognitivos incluyen usar su propio nombre cuando se ven a sí mismos en el espejo, una mayor habilidad para recordar eventos del pasado y una habilidad emergente para comparar tamaños, formas y colores (por ejemplo, decir “camión rojo” al compararlo con otros vehículos de juguete que son de colores diferentes.)
Cuando los pequeños hablan, es posible que inventen maneras tiernas para expresar algo cuando no conocen el vocabulario correcto, como decirle a una ardilla un “ratón de árbol”. Otras particularidades del lenguaje incluyen usar la misma palabra para cosas similares (llamar a todos los felinos “gatico”, por ejemplo.) Otro avance emocionante es el poder “leer” avisos en el entorno que le sean familiares. Por ejemplo, al pasar frente a su heladería favorita, ve el aviso y dice: “¡Helado!”
Ahora pueden bajarse los pantalones (de cintura elástica) solos y ayudar con tareas como alimentar a la mascota de la familia o poner la mesa.
El desarrollo socio-emocional también continúa a medida que los pequeños expresan emociones en una variedad de formas (combinando expresiones faciales, gestos, sonidos y palabras.)
Recuerda que los niños son maravillosamente únicos y que algunos de estos logros sucederán antes o después de este mes.